Enjoy the silence.
Quizás en la "antiguedad", cuando la comunicación era una tímida señal de radio en el vacío o un pulso electromagnético en la autopista de un cable de cobre, la distancia era real y se sentía, y la información goteaba sobre nosotros lentamente, día tras día. Hoy, y solo han pasado diez años, el exceso de información nos desborda, nos abruma, nos incapacita emocionalmente. Cada día recibimos miles de inputs ante los cuales, una vez alcanzado un punto de saturación, dejamos de tomar en cuenta, de reflexionar sobre ellos, de gestionar. Nuestras mentes, insuficientes, incapaces de retener apenas un 1%, quedan extenuadas al terminar el día. ¿Qué espacio nos queda para ser nosotros mismos, para reflexionar sobre nuestras vidas, sobre nuestras decisiones, en lo profesional y lo personal?. Poco pienso, pero creo que algo de silencio y de meditación ayudan a seleccionar un puñado de recuerdos, de personas, de frases, de hechos, de errores y aciertos, con los que quedarnos. Estos son, los que cada noche, unos minutos antes de dormir, guardo en un cajon que me gusta llamar "Enjoy de silence", como la fántástica canción de Depeche Mode.
2 comentarios
Abril -
Debemos abrir nuestros sentidos, escuchar más a los demás y como dices disfrutar del silencio. Gracias por recordárnoslo.
Daven -