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el blog de miguel angel morales

“Capacidad de innovación”


Desde hace años, las economías locales y regionales han sido cada vez, más vulnerables a los efectos de la globalización. Para las administraciones españolas, locales y regionales, las reglas del juego de la competitividad y del mercado han cambiado y están cambiando a una velocidad vertiginosa y preocupante. El tejido empresarial, es decir, las empresas de nuestra comunidad, tienen escasos recursos para hacer frente a los efectos de la globalización. De hecho, las economías locales, que se apoyaban en los sectores tradicionales (calzado, cerámica, mueble, textil, citrícola y del juguete) han sido afectadas de lleno por los efectos de la globalización y tocados muy directamente en sus fuentes de ingresos, por la crisis económica.

Sin embargo, existen alternativas que brindan un futuro no tan incierto como a primera vista se pueda transmitir. Las acciones de fomento y la promoción de las capacidades de innovación dentro de las empresas, deben ser una prioridad para las administraciones. Por capacidad de innovación entendemos la capacidad para crear, desarrollar y/o producir nuevos productos y servicios, generando nuevos procesos de producción y mejorando los ya existentes.

La capacidad de las empresas para adaptarse a los nuevos mercados y a las oportunidades tecnológicas rápidamente, implica una apuesta clara y firme por la


innovación, y va ligado a un modelo de crecimiento y de generación de riqueza sostenibles, a nivel local y regional.
Es fundamental que los procesos y resultados de esa capacidad de innovación tengan un reflejo en la eficacia y eficiencia, en la mejora de la productividad, el incremento de la facturación, y sobre todo, en el aumento de los márgenes.

Tenemos ejemplos cercanos de zonas geográficas de una alta concentración de empresas, de un mismo sector, y donde se han dejado escapar oportunidades únicas de generar sinergias entre dichas empresas, colaboraciones que fortalecieran a sus sectores, donde se crearan centros de conocimiento técnico y de transferencia tecnológica, y que fuesen respaldados por estrategias y políticas de las administraciones, alineados en dicho sentido, apoyando y estimulando la creación de nuevos negocios y empresas de carácter innovador.

Es obligado un análisis profundo por parte de todos los agentes que intervienen y contribuyen a los procesos locales y regionales de innovación, empresas, asociaciones empresariales, universidades, centros tecnológicos, organismos intermedios y administraciones públicas.
La transición hacia un nuevo modelo de gestión del conocimiento y la innovación debe ser liderada por y con estos agentes, sin recelos ni desconfianzas.

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